sábado, 2 de enero de 2010

Mercedes

Las expresiones lúgubres en esta atmósfera rojiza

procrean en mi a la gran traidora,

a la hacedora de mitos y desdichas voraces.


Y ahí, justo en los dientes

me torno feroz.

Soy ahora

cómplice del enigma.


Mercedes tuvo razón en la sangre,

Mercedes deshizo los nudos mal atados

para rehacerlos en orgasmos múltiples para sí.

Mercedes y las muertes (los gemidos)

las horas sin conciencia

las horas desnudas

las horas observando agonías.


Estertores quiso Mercedes.


Mercedes quería a la esperanza dentro,

Mercedes quería verles encerrados en el perfume

Y en el paroxismo,

Como tantos y tontos cadáveres.


Mercedes quería a la esperanza dentro.

25/12/07

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