martes, 12 de enero de 2010

Mercedes II

Hoy descubro

en este cielo

la señal que aturde a la música,

Al delirio frágil,

al inconciente aterrador.

Y a la ceniza en el suelo,

sólo para absorber algo de sangre.


No queremos cantos,

no más súplicas.

Cortaremos las cabezas para el rito,

y lentamente

les haremos saber

nuestra felicidad.


Será cortarle las alas al ángel,

Será mecer al dios sobre el volcán.

Tomaremos un lugar adecuado,

la pluma correcta

y un cigarrillo bien sabroso.


Cortaremos la cinta del juego.

Estamos aquí.

25/12/07

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