domingo, 29 de noviembre de 2009

Pronto

Un vuelco con el dios

Una palabra santa

Y todo bien repartido.

Que las medusas no estén

Diles que se vayan.

El mar no tiene nada que ver en esto

Diles que hay alguien golpeándonos la espalda

Y que no lo queremos aquí.

Algo poco traducible

Algo poco probable

Se aloja en mi cama.

Va cortándome las venas con pequeños golpecitos.

El santo otra vez

El santo que rehúye y no sabe qué hacer

El discurso probable de mañana

El de hoy.

No sacar nada a cambio

Y verte de nuevo recostado

En distintos cielos,

En distintos infiernos.

Y cómo se entiende algo así

No quiero confiar en el tiempo

Desde ya quiero tenerlo frente a mi

Para darle en la frente.

Vuelvo a ver,

Y he de sentir lo mismo de ayer.

martes, 24 de noviembre de 2009

Llevárselo todo

La Trini está escribiendo a mi lado, en el pasto. Yo mientras, fumo.

Las cosas aquí se tornan inactivas a ratos, queremos que nos pase un camión encima y no nos pasa. Pero en el momento menos esperado, zás que te salta un guanaco y debes huir a casa, para hacer lo único que se puede hacer en estos casos: acostarte y dormir.

Tengo el pelo despeinado, la vida corre sin gracia por mi lado, la Trini se está enamorando y tiene mala cara. Hace tiempo que no la veía así. Recuerdo lo que sucedió antes, a nadie le hizo gracia. Pero no la podemos encarcelar para salvarla de algo inminente, de la propia vida, de la propia angustia, de la propia muerte. “Verlo todo desde afuera, Trini, verlo todo desde afuera”.

Recorremos las calles y fumamos el espanto que hay en ellas. Nuestra cara se tornaría oscura si reflejáramos el suelo que nos sostiene. ¿Cómo olvidar? Sé que no hay espacio suficiente para huir, la Trini ya no espera respuestas, se abraza contra mí y espera, yo, así mismo espero.

Hay varias preguntas flotando en ese cielo extraño, hay varios asuntos sin resolver, hay cicatrices y armas que tirar al río.

Tenemos ideas y vientos del sur, ropa que escoger, lentes que usar, libros que leer, música en discos. Hay que llevárselo todo ahora. Lo malo es que todo tiene este polvo que hace tanto mal. Por eso mismo tenemos la firme convicción que vamos a bajar, no estaremos con el señor al final de nuestros días, por eso hermanos... bajaremos a soñar boca abajo. Quien sabe, en algún lugar nos perdimos, en algún lugar dejamos de ser lo que fuimos, en algún lugar perdimos la virginidad de las manos, en alguna parte derramamos la sangre que ahora se cuela en nuestras blusas.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La Radio


La radio suena

Y en el centro

Hay dos incendios

Uno lo provocó un grupo de niños

Así como jugando.

El otro,

Un pucho que incendió a un vagabundo

Que

Dormía.

Doblamos la esquina

Nos fijamos, y seguimos cantando

Este mismo rock.

Se nos antojaron unas papas fritas,

Fuimos. Ricas. Total, el pito

Ya nos lo habíamos fumado.

Inútil pensar,

En cómo quitarnos este dolor de cabeza

Pensando en que tal vez

Haya alguien detrás de nosotros golpeándonos

Para decirnos algo.

En un callejón

De un pueblo apartado

Alguien se muere desangrado.

Aquí, alguien piensa en ello

Mientras

La radio sigue sonando.

30 de agosto de 2009.