Un vuelco con el dios
Una palabra santa
Y todo bien repartido.
Que las medusas no estén
Diles que se vayan.
El mar no tiene nada que ver en esto
Diles que hay alguien golpeándonos la espalda
Y que no lo queremos aquí.
Algo poco traducible
Algo poco probable
Se aloja en mi cama.
Va cortándome las venas con pequeños golpecitos.
El santo otra vez
El santo que rehúye y no sabe qué hacer
El discurso probable de mañana
El de hoy.
No sacar nada a cambio
Y verte de nuevo recostado
En distintos cielos,
En distintos infiernos.
Y cómo se entiende algo así
No quiero confiar en el tiempo
Desde ya quiero tenerlo frente a mi
Para darle en la frente.
Vuelvo a ver,
Y he de sentir lo mismo de ayer.
para ke ser santo y saber eternamente ke y komo hacer?
ResponderEliminarmejor ser libre, inimaginable, informado, intodo lo ke a la gente le gusta ser
besos
solo ser, claro y libre.
ResponderEliminarhay algo oscuro en eso de todas formas. como que nadie lo perciba, por ejemplo. o que sea y no sea.
hay algo que suena aquí.
Lo de ser santo me suena sospechoso... es como tener un esquema, un libro de recetas... es no salirse del libreto. Una lata, soberana. La libetad es otra cosa, sin duda. Si se prefiere, puede contener el libro de recetas, pero con páginas en blanco para escribir otras cosas... y mil crayones para rayar, tijeras para cortar, o manos para romper derechamente...
ResponderEliminar