Tu poesía,
los pálpitos como
aullidos deformes.
Lejos las apariencias,
lejos de los espejos y
los desórdenes.
La inconclusión.
Aráñame más adentro,
para reírme de nuevo
del pasado que no se mira.
Aráñame también la
cabeza de cuervos negros,
desenrolla el plexo del
universo.
Espera donde se
conjeturan las últimas voces
espesas,
partidas,
dime donde se toca el
sol bajo el pozo del infinito y la memoria.
Yo tengo la
personalidad que se transforma y expande.
Borro cada tanto mi
rastro.
Se me cae el amor de
los zapatos,
lo dejo herido,
rampante,
sin atención y
bifurcado en el verso que no alcanzo a atrapar.
Las apariencias fuego,
también, tampoco,
son de nuestra
responsabilidad.
"lejos de los espejos y los desordenes"
ResponderEliminarMe gusto. Un abrazo.
y tu sigues escribiendo?
EliminarTas más compleja o es idea mía?
ResponderEliminarSaludos, prima!
si, ha cambiado el asunto. gracias por notarlo ;)
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